17 de octubre de 2010

Ignorancia

Decidió callar.
Nadie le prestaba atención cuando enseñaba lo que sabía. En su soberbia creyó que era echar margaritas a los cerdos.
En realidad se trataba de algo muy simple: no se puede enseñar a quien no quiere saber.
El suicidio colectivo es muy silencioso.

5 comentarios:

Loli Pérez dijo...

Así es, nada se puede enseñar a quién no quiere. Pero siempre queda alguién con ganas de saber, de aprender. Qué pena que cada vez sean menos.

Saludos
L;)

Tara dijo...

sí que es silencio, y más común de lo que creemos

Antonio de Castro Cortizas dijo...

And the people bowed and prayed
To the neon god they made.
And the sign flashed out its warning,
in the words that it was forming.
And the sign said, "The words of the prophets
are written on the subway walls
And tenement halls."
And whisper'd in the sounds of silence.
Paul Simon.

Anónimo dijo...

Pero hay que seguir diciendo.

Kalina dijo...

vaya, me recuerda a todas las veces que he intentado que mi alumno de violín me escuche..

Un saludo, buen blog.

Publicar un comentario