18 de mayo de 2010
Sabiduría
Cuando el hombre sabio murió, su cuerpo dejó un profundo surco en la arena. Desde entonces, quien quiera saber asoma su mirada al vacío oscuro de aquella hendidura, si bien está obligado a aceptar las consecuencias.
4
comentarios
Etiquetas:
Sabiduría
Suscribirse a:
Entradas (Atom)