21 de enero de 2014

OLLIE MCGEE, de Edgar Lee Masters (Antología de Spoon River)




¿Habéis visto pasearse por el pueblo
a un hombre cabizbajo y abatido?
Es mi marido, que con secreta crueldad
que nunca se sabrá, me robó juventud y belleza,
hasta que, arrugada y con dientes amarillos,
perdida mi dignidad y avergonzadamente humilde,
bajé a la tumba.
¿Y qué creéis que le roe a mi marido el corazón?
¡La cara de la que fui y la cara de la que él hizo de mí!
Las dos le están llevando al sitio en el que yazgo.
Después de muerta tengo mi venganza.

13 de noviembre de 2012

Horowitz



20 de septiembre de 2012

Decadencia


«Cuando advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra ellos sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra usted; cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un autosacrificio, entonces podrá afirmar, sin temor a equivocarse, que su sociedad está condenada.»
 (Ayn Rand)

14 de agosto de 2012

A UNA VIGA DE MESÓN (Claudio Rodríguez)

¡Si veo las estrellas, si esta viga
deja pasar la luz y no sostiene
ya ni la casa! Viga
de par en par al resplandor que viene
y a la dura faena
del hombre, que ha metido
tantos sueños bajo ella, tanta buena
esperanza. Así, así. !No haber sentido
humo de la ciudad ni mano de obra!
Siempre así. ¿No oigo el ruido aquel del río,
el viento aquel del llano? ¡Si recobra
toda su vida sobre mí, si es mío
su cobijo por esta noche, que entra
más alta a su través! ¿Cómo he podido
sostenerme hoy aquí si ella se encuentra
en pleno vuelo, si ha ido
a darlo todo a campo abierto, fuera
de esta casa, con ella? ¡Contrafuerte
del cielo, alero inmenso, viga que era
hace sólo un momento un tronco inerte,
sé tú, sé la techumbre
para todos los hombres algún día!
Comienza a clarear. Como a una cumbre
la estoy mirando. ¡Oíd: se me caería
encima, se me caería hasta que fuera
digno de estar bajo ella y no me iría
de aquí! ¿Pero alguien puede, alguien espera
ser digno, alzar su amor en su trabajo,
su cobijo en su suelo,
su techo en la carcoma de aquí abajo
en la que tiembla ya un nido del cielo?

16 de enero de 2012

Cobardía


Ralph Bruce

«Hay que volver a empezar una y diez veces, hay que inclinarse en su busca. Y cada vez esa cobardía que nos aparta de todo trabajo dificultoso y de toda obra importante me aconseja que deje eso y que me beba el té pensando sencillamente en las preocupaciones de hoy y en mis deseos de mañana, que se dejan rumiar sin esfuerzo.»
(Marcel Proust, Por el camino de Swann)

10 de enero de 2012

CULMINACIÓN DEL DOLOR (Charles Bukowski)


oigo incluso cómo ríen
las montañas
arriba y debajo de sus azules laderas
y abajo en el agua
los peces lloran
y toda el agua
son sus lágrimas.
oigo el agua
las noches que consumo bebiendo
y la tristeza se hace tan grande
que la oigo en mi reloj
se vuelve pomos en la cómoda
se vuelve papel sobre el suelo
se vuelve calzador
ticket de la lavandería
se vuelve
humo de cigarrillo
escalando un templo de oscuras enredaderas…

poco importa

poco amor
o poca vida
no es tan malo
lo que cuenta
es observar las paredes
yo nací para eso

nací para robar rosas de las avenidas de la muerte.

4 de enero de 2012

Éxtasis

Si fuera nuestra contemporánea, ¿qué dirían de Santa Teresa de Jesús después de escuchar sus experiencias del éxtasis?

12 de diciembre de 2011

CINE DE VERANO


Mi hermano aún no estaba con nosotros,
así que yo era un niño menor de seis años,
y el lugar un pueblo de playa,
seguramente de la costa de Levante
(por ejemplo, muchos años después, una concha
encima del televisor: Recuerdo de Gandía).
Mis padres son esa pareja joven de cualquier playa
en verano, con la eterna sonrisa prometedora
e indolente y un niño que no llega a los seis.
Olía a mar. Por las noches solíamos ir
a los cines de verano, inmensas pantallas
recortadas contra el cielo, casi siempre dibujos
animados que me entusiasmaban. No recuerdo
qué películas, sí que eran dibujos animados y el entusiasmo.

De la que guardo memoria es de una de ciencia-ficción,
Serie B, donde unos hombres de verdad luchaban
contra la invasión de unos monstruos del espacio
que yo no entendía como claramente de mentira,
sino que daban miedo y me angustiaban.
No comprendía por qué mis padres me habían
llevado a ver aquella película pavorosa.

No salí corriendo cuando volvió a aparecer
Alguno de los temibles monstruos de cartón-piedra.
Lo hice casi al final, sobrando ya el gesto,
cuando, de un tirón, un hombre le arrancó un pendiente
de la oreja a una mujer. Aquello me pareció intolerable,
eché a correr por el largo pasillo ante la mirada
curiosa y atónita del acomodador, que no me detuvo.
En la calle ya no sabía hacia donde huir,
Me quedé paralizado sobre la acera,
de fondo posiblemente el golpeteo del mar.
Fue mi padre quien me agarró por la espalda
y me alzó del suelo.
                                        De repente, me sentí protegido
de todo en los fuertes brazos de mi padre.

He hecho un pacto con la vida:
ya no siento miedo en el cine,
ahora es el sitio al que voy a olvidar
lo que me da miedo.
                                         A cambio la vida
me cobra un precio: cuando se acabe la película
y salga a la calle, aunque lo haga corriendo,
sé que no encontraré ningunos brazos
en los que pueda sentirme seguro.


David Pérez Vega
Siempre nos quedará Casablanca
Ediciones Baile del Sol

27 de septiembre de 2011

Gould


Les Variacions Gould (1992, documental) por manuelhuerga

19 de septiembre de 2011

Estulticia


La incultura, la incompetencia y el estómago agradecido, dan lugar a lo políticamente correcto, que no es otra cosa sino un eufemismo de la estulticia.

7 de marzo de 2011

Comunicación

Pocas cosas hay más emocionantes que el uso correcto de la inteligencia.

17 de octubre de 2010

Ignorancia

Decidió callar.
Nadie le prestaba atención cuando enseñaba lo que sabía. En su soberbia creyó que era echar margaritas a los cerdos.
En realidad se trataba de algo muy simple: no se puede enseñar a quien no quiere saber.
El suicidio colectivo es muy silencioso.

28 de septiembre de 2010

Éxito


El éxito es:
A los tres años, no mearse encima.
A los seis años, recordar lo que hiciste durante el día.
A los doce, tener muchos amigos.
A los dieciocho, tener carné de conducir.
A los veinte años, tener relaciones sexuales.
A los treinta y cinco años, tener mucho dinero.
A los cincuenta, tener muchísimo dinero.
A los sesenta y cinco años, tener relaciones sexuales.
A los setenta años, tener carné de conducir.
A los setenta y cinco, tener muchos amigos.
A los ochenta, recordar lo que hiciste durante el día.
A los ochenta y cinco, no mearse encima.
(Dicho popular)

18 de mayo de 2010

Sabiduría


Cuando el hombre sabio murió, su cuerpo dejó un profundo surco en la arena. Desde entonces, quien quiera saber asoma su mirada al vacío oscuro de aquella hendidura, si bien está obligado a aceptar las consecuencias.

16 de abril de 2010

Dificultad


En la vida, como en las matemáticas, lo difícil estriba no tanto en la cantidad de variables que haya como en saber definirlas correctamente.